viernes, 31 de diciembre de 2010

ANTONIO SARRIÓN FERNÁNDEZ

Definir quemadura y establecer los grados
Quemadura es la lesión local, de profundidad variable, causada por calor, productos químicos, electricidad o radiación.
Las quemaduras se clasifican, atendiendo a la profundidad de la lesión dérmica en:
De primer grado: Son lesiones que afectan a la epidermis, las de carácter más leve y se reconocen por presentar enrojecimiento y producir disconfort por tensión de la piel.
De segundo grado: Este tipo de quemaduras se subdividen a la vez en dérmicas superficiales y dérmicas profundas.
Las primeras afectan a la dermis papilar, presencia de ampollas, respetan los folículos pilosos por lo que el vello aparece fijo a la tracción. Son lesiones muy dolorosas que curan en un tiempo aproximado de diez a doce días, pudiendo dejar como secuelas alteraciones de color y arrugas cutáneas.
Las lesiones dérmicas profundas, alcanzan a las capas más profundas de la dermis con afectación de folículos pilosos por lo que el vello se suelta a la tracción. A menudo dejan secuelas graves como cicatrices hipertróficas y queloideas

De tercer grado: Presentan afectación de la totalidad del espesor de la piel, pudiendo alcanzar a estructuras más profundas como tendones, músculo, hueso. No presentan dolor al tacto y tienen un aspecto acartonado. Su curación es siempre quirúrgica.
De cuarto grado:  Con compromiso  de órganos vitales.

 ¿Cómo determinamos el pronóstico y gravedad de las quemaduras?
El pronóstico de una quemadura dependerá de la superficie quemada, la profundidad de ésta, la edad del afectado y sus antecedentes patológicos.
La gravedad vendrá determinada por la edad del paciente y el porcentaje corporal quemado. Así:
Muy grave , entre un 75 y 100%
Grave, entre un 50 y un 70%
Leve, inferior al 50%